El tan esperado Clásico (incluso se emitió por La 1), y a priori más igualado de los últimos tiempos, se quedó en humo. En apenas tres minutos, el Barça humilló a su rival y dejó sentenciado un partido que decidía el liderato de la ACB.
En un principio, la película se presumía que iba a contar con un guión distinto, pero al final fue otro remake más firmado por un guionista previsible. Este guionista redactó un libreto sustentado en una defensa barcelonista asfixiante, un contraataque letal, un acierto exagerado, un equipo blanco perdido en ataque y flojo en defensa, con los pilares merengues fuera de foco (Llull, Reyes y Suárez), mientras que los blaugranas (Navarro, Lorbek, Vázquez) iban a lo suyo: machacar al rival. Además aparecieron actores secundarios blaugranas con los que no se contaba pero que impulsaron la trama: Grimau, Perovic y Lakovic, rematándola Morris en la segunda mitad.
O sea, que la película fue la misma de siempre, donde la intensidad blaugrana se impuso a la inoperancia de los blancos, que parecen perder todo su aplomo en cuanto se enfrentan a su eterno rival. Messina no ha corregido esa "caguitis" en lo que lleva en el cargo y, visto lo visto, no parece tener capacidad para cambiar el guión. ¿Hasta cuándo veremos esta película?
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