Apuesta segura

El Regal Barça volvió a ganar al Real Madrid. ¿Y cuántas van ya en los últimos tiempos? Diez-uno, creo.

Bueno, pues la Copa se terminó como se preveía, con victoria blaugrana sobre su rival y víctima preferida. El guión se ajustó a lo estipulado, aunque con protagonistas diferentes. En esta ocasión no le hizo falta a los culés contar con la siempre magistral actuación de Navarro (-1) en estos choques contra los merengues, o las de Ricky (-1) o Vázquez (2), sino que fueron Anderson (MVP de la Copa, 15 de valoración, 19 ptos.) y Sada (+20) los que desnivelaron la balanza. El Madrid defendió mejor que nunca, no dejó correr al rival y llegó vivo al último cuarto (43-48), que es lo que pedía Messina, incluida una pequeña pájara en el tercero que supo lidiar más o menos, pero que a la larga fue clave para que el Barça resultara inalcanzable. Este colchón le sirvió para no temer por la victoria a falta de cuatro minutos, pese a la insistencia de Rodríguez por acercar el marcador.

La lectura que hago es la de siempre: el Barça es mejor porque sabe jugar los momentos clave. Si falla un jugador aparece otro para sustituirle. Falla Navarro, asoma Lorbek; que no es el día de Vázquez, por ahí surge Ndong, y así con todos. Sin embargo, el Real Madrid no puede permitirse el lujo de que Llull (-2) y Felipe Reyes (0) no den pie con bola. La presión puede con los dos capitanes del equipo, y no es la primera vez. Ven en frente una samarreta blaugrana y se nublan.

Otra lectura: ¿Por qué en el Barça se acoplan los jugadores al equipo en seguida (Anderson e Ingles) y en el Madrid no (¿Para cuándo Begic, para la Copa del año que viene?)?

¿Será esta la final de la Euroliga? Posibilidades, hailas. Y posibilidades de que se dé el mismo resultado, también.