martes, 22 de junio de 2010

El Vaticano, ¿siguiendo los postulados del cristianismo?

Ha muerto un hombre, notable eso sí, y se alegran. Parece mentira. Pero es la doble moral de esta cúpula eclesiástica reaccionaria y antediluviana, muy parecida a esos imanes salafistas que pregonan el odio hacia el infiel, y que no se bajará del carro jamás. La crítica no la aceptan y menos que haya gente fuera de su órbita y que no asuma sus postulados. Se entromete y juzga a quienes no comulgan con su filosofía. Por favor, déjennos vivir libres y desistan de dar el coñazo. Lean y entenderán. Lean a Saramago y entenderán.

sábado, 19 de junio de 2010

Adiós



Hay personas que quizá no deberían morir nunca por lo que aportan a las demás, en el caso de José por lo que aportaba a las "personas" con mayúsculas. Porque Saramago era un hombre que aportaba al Ser Humano, que reivindicaba la dignidad humana por encima de todo. Se nos ha ido y no nos queda otra que tener que consolarnos con su obra, algo es algo. Finalmente nos ha dejado sin ir a ese cielo que no existe y donde no estará debatiendo con ese Dios que tampoco, pero al que le hubiera gustado tener delante para ponerle los puntos sobre las íes.

D.E.P.

viernes, 18 de junio de 2010

¿MVP?


Por segundo año consecutivo Los Ángeles Lakers se han proclamado campeones de la NBA. Y también por segundo año consecutivo Kobe Bryant ha sido designado MVP de la final. Sus números en los siete partidos son a priori estratosféricos: 41,1 minutos por partido, 28,6 puntos, 6 rebotes, 5,5 asistencias, 2 robos y 3,9 pérdidas. Espectaculares, ¿no? Pues ahora vamos con la otra lectura: 40% en tiros de campo, 32% en tiros de tres, 88% en tiros libres. En el séptimo partido 6 de 24 en tiros de campo, eso sí, con 11 de 15 en tiros libres. Sus números se hinchan a base de tiros libres; por cierto, 37 a 17 para Lakers en el último partido; si contamos que han ganado por cuatro, ¿dónde ha estado la clave de la victoria? Blanco y en botella.
En definitiva, sigo ratificándome que cualquier jugador, y digo cualquiera, puede anotar veinte puntos si le dan bola para tirarse las zapatillas. A más posesión y más tiros, más personales y más tiros libres. Ejemplo claro: el jugador del Ayuda en Acción Fuenlabrada Batista. Tiene dos movimientos, es bajito para jugar de cinco aunque vaya bien al rebote. Números: 9,9 tiros por partido (54%) y 4,8 tiros libres (71%), total 14,1 ptos./partido, 125 faltas recibidas. No parecen números estratosféricos, pero ha sido el 10.º máximo anotador de la liga. Splitter ha tirado menos que él tanto de dos como libres; Navarro: 6 de tres por partido (39%), 4,7 de dos (56%), 2,9 en libres (85%).
Así, lo del baloncesto estadounidense parece de chiste: la estrella tiene licencia para todo. ¿Se permitiría a un jugador ACB lanzar 25 tiros en un partido? ¿El grupo lo consentiría? Aquí tenemos a Navarro y a Splitter como casos extremos y mediáticos y no superan los doce tiros por partido.
Lo que han conseguido con este estilo es que el basket yanqui me llegue a aburrir. De todos modos hay que felicitar a Gasol por su gesta.

Siempre Baskonia

Hay monas que por mucho que se vistan de seda siempre serán monas, y políticos de derechas que, por mucho que se tachen de defensores de los trabajadores/as en plan revolucionario, son en realidad los personajes más liberales del mundo (veánse las últimas intervenciones de De Cospedal, a la que sólo le falta llevar el pañuelo palestino anudado al cuello y levantar el puño izquierdo para saludar). Sin embargo hay cosas inmutables por mucho que se cambien las etiquetas. El Baskonia siempre será el Baskonia, llámese Tau (como nos ha tenido acostumbrados durante tanto tiempo y por lo que seguimos, en ocasiones, llamándolo así) o Caja Laboral. Es un equipo que juega bien, que se arma todos los años con buenos jugadores aunque pierda en el anterior a otros tantos (dinero tiene para hacerlo), que compite y pelea (que se lo digan al Barça, con el dos más uno de San Emeterio a falta de cinco décimas), y que su favoritismo se lo gana a lo largo de la temporada. Como madridista siento envidia sana, para qué negarlo. Aunque hay que reconocer que ese favoritismo se ve también beneficiado en las decisiones arbitrales. Messina estará de acuerdo conmigo en esto acerca de la permisividad ante la defensa de Splitter y el proteccionismo en su ataque; supongo que la opinión de Pascual no irá tampoco muy desencaminada visto lo visto en la final; al Barça le han respondido con su mejor arma: una defensa al límite que convive con la permisividad arbitral. En definitiva, felicidades baskonistas por creer en el baloncesto.

martes, 15 de junio de 2010

El PSG de Luis Fernández



Viendo a la selección de Camerún he comprobado que el entrenador es Paul Le Guen, el mítico centrocampista del PSG que se proclamó campeón de la Recopa en el año 96. El año antes jugaban con ellos un tal George Weah (fichado por el Milán), Ginola (Tottenham), Ricardo Gomes (central de la selección brasileña), Valdo (Benfica) y Cobos (RCD Espanyol).
El PSG se convirtió en la "bestia negra" de merengues (Recopa de 1994, donde los parisinos caerían en semifinales con el Arsenal, a la postre campeón), y culés (Copa de Europa de 1995, eliminados también en semis por el Milán). Al año siguiente conquistarían su primer título europeo contra el Rapid de Viena. La alineación de la final fue:
  • Portero: Lama
  • Defensas: Bravo, N´Gotty, Roche y Fournier
  • Centrocampistas: Guerin, Le Guen, Colleter y Djorkaeff
  • Delanteros: Raí y Loko

El panameño Dely Valdés entraría después a lo largo del encuentro.


viernes, 11 de junio de 2010

Oler a sueño

El único día que coincidían en la cama era el sábado; los demás se levantaban a diferente hora. Cuando se despertaban juntos él siempre le decía entre las sábanas que olía a sueño y ella le preguntaba aún con cara de niña legañosa que qué era eso. Podía imaginárselo, hacerse más o menos una idea de lo que quería decir, pero le gustaba oírlo de su boca, que le explicara en que consistía aquel enunciado que a ella le parecía la mar de bonito. Él no solía regalarle los oídos con palabras románticas, así que ella había decidido conformarse con esto. Él se hacía el remolón porque le daba vergüenza escuchar su propia voz, le parecía demasiado cursi, así que trataba de evadirse mediante excusas, alargando los silencios, dibujando sonrisas sardónicas, o simplemente se ponía en pie y se marchaba al cuarto de baño justificando tener una urgencia. Pero no era tan fácil escapar de ella; aguardaba en la cama expectante a que él regresara y, una vez volvía a tumbarse a su lado, insistía en su retahíla acerca de lo que era oler a sueño. Cuando él entendía que ella no cejaría en su insistencia, se resignaba, resoplaba e iniciaba su exposición.

Siempre había tenido la opinión de que la verdadera belleza de una mujer se descubría nada más ésta abría los ojos después de pasar la noche en la cama. Ahí no había maquillaje, ni rímel, ni pintalabios. La mujer quedaba sola, sin disfraces, mostrando su yo real. ¿Era ésa la belleza interior? Pudiera ser. Lo que tenía claro es que era el momento en que la mujer se mostraba en su plenitud. Y en ese momento las sábanas proporcionaban cobertura a esa feminidad. Bajo la tela quedaba un aroma dulzón, tenuemente impregnado por el olor del sudor transpirado durante la noche y que se adhería al pijama o al camisón, según tocase. En ocasiones la mezcla se aderezaba con los remanentes casi extinguidos del perfume o del desodorante empleados el día anterior; el saín del cabello alborotado también aportaba su pequeña dosis a la pócima; al igual que los efluvios que ascendían desde las profundidades más íntimas del tálamo; incluso en esa mezcolanza entraba el hálito expelido a causa de una mala respiración o la adopción de una postura incómoda salpicado por los sabores ingeridos en la cena.

Todo formaba parte del sueño. Todo era sueño.

Y sueño era ella.

jueves, 10 de junio de 2010

Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona

Mañana empieza el Mundial. Como aperitivo: el segundo gol de Maradona a los ingleses en el Mundial de Méjico 86. La narración de Victor Hugo Morales es tan grande como el mismo gol.

miércoles, 9 de junio de 2010

¿Fracaso de Messina?

El Real Madrid dijo adiós el domingo a la temporada al caer derrotado en el quinto partido de semifinales ante el Caja Laboral en Vitoria. Ahora toca momento de análisis. El Madrid se concibió al principio de la campaña como un equipo que iba a luchar por todos los títulos: entrenador contrastado (y caro) y plantilla al gusto (o eso nos han vendido) con jugadores de relumbrón (y caros) tachados de veteranos.


Todo apuntaba de maravilla en el inicio a pesar de la derrota en la Supercopa ante el Barça -imbatido en ACB y primero en su grupo de Euroliga, con victoria incontestable en Atenas ante Panathinaikos- y la cuestionable salida de Hervelle para incluir en el roster a un "acabado" Garbajosa, cosa que picó a la afición. Yo considero que el belga era el peor de la batería de cuatros por mucho pundonor que le ponga. Mención destacada para las actuaciones de Velickovic y Lavrinovic en estos primeros compases del año.


Pero llegaron las lesiones (Felipe, Van der Spiegel, Hansen, Llull) y las derrotas (cinco seguidas, incluidas una con Xacobeo, otra con Estudiantes tras dos prórrogas y las palizas del Barça en Vistalegre y Caja Laboral en Vitoria), y el globo se deshinchó. ¿Dónde estaba Hervelle? ¿Por qué Garbajosa no se retiraba? Y Bullock, ¿por qué jugaba tan poco? ¿Para qué se había fichado a Vidal, para calentar banco? Y Kaukénas, ¿qué pasaba con él, que en ocasiones Messina no contaba con él? ¿Por qué Velickovic pasó de jugar todo a no jugar nada? ¿El Lavrinovic de ahora lo habían cambiado por el hermano? ¿Quién era ese tal Dasic que sólo hacía las ruedas de calentamiento? En definitiva, dudas y quejas. Y se ficha a Jaric (¿Como uno o tres? No se sabe) porque el puesto de tres está cojo y se cede a Dasic. Mickeal descubrió la veta del filón. Y se ficha a Tomic como antídoto ante las torres blaugranas. Y el rumbo parece enderezarse: Jaric entra con buen pie, Tomic muestra cositas, se recupera a Felipe, a Llull y a Hansen, y se vence muy fácil al Caja Laboral (sin Splitter) en las semis de la Copa. Pero el Barça arrasa en la final. Hecho que era posible y que más o menos escuece pero no hace herida profunda.


El discurrir de la temporada avanza y se depende de sí mismo para acabar primero de grupo en el Top-16 y evitar así el cruce con el Barça con factor cancha en contra. Pero en la cita clave se pierde un partido inverosímil en casa contra Maccabi. No se quería caldo, pues toma dos tazas (blaugranas, por supuesto). Sigo pensando que Partizán nos hubiese eliminado igual. La eliminatoria contra el Barça apunta a priori a tres-cero a favor de los culés, y el primer partido parece dar la razón a los sabios de este deporte. A destacar el arbitraje: más de 20 tiros libres de diferencia a favor del Barça, y a Mickeal, que rompió el partido. El segundo partido trae la sorpresa: un increíble Tomic y una dirección magnífica de Prigioni decantan el partido para los blancos. Uno-uno y el Madrid recupera el factor cancha. Y eso ha demostrado ser terrible para los merengues, porque Vistalegre parece una losa. Tercer partido: victoria aplastante del Barça cimentada en un cuarto y medio blanco para olvidar. Cuarto partido: igualdad total decantada por una nueva lección de pito y de un espectacular Navarro. Tres-uno. El Madrid para casa y el Barça rumbo a París y a su segunda Euroliga.


Se vuelve a la liga y se pierde con contundencia nuevamente en el Palau. Queda en juego dilucidar la segunda plaza entre blancos y baskonistas para ver quién tiene ventaja campo. Bueno, se trae a Almond para sustituir al lesionado Hansen. Tras un primer partido esperanzador, el norteamericano se diluye y deja de jugar. El Madrid juega en casa contra los vitorianos (esta vez con Splitter) y vuelve a fallar tras ir ganando todo el partido. Queda tercero.


Se afrontan los playoff dando la baja a Kaukénas y el alta a Van der Spiegel, con el que apenas se va a contar. Se sufre ante el Cajasol de Plaza (perdiendo en casa el primer partido, con pañolada incluida), pero remontando la eliminatoria gracias a un magistral Garbajosa. Por cierto, Bullock juega más que nunca, como si Messina le hubiese reservado para el playoff, y tira más que nunca fallando más que nunca; lo malo es que sigue defendiendo como siempre: coladero para sus atacantes: Ellis, Calloway y Miso le ganan la partida.


Semifinales contra Caja Laboral: dos derrotas a domicilio después de haber tenido posesión para ganar los dos partidos. Garbajosa lesionado y Llull tocado. Bullock (al que Oleson le hace un traje) falla como siempre el último tiro que puede ganar un partido (lanza un triple cuando valía una de dos) y Felipe se queda corto en un gancho con la izquierda a medio metro del aro.


Se vuelve a Vistalegre y se gana sin complicaciones los dos partidos. Toca quinto en Vitoria. A Splitter le sale todo y le consienten todo. Los blancos tiran de casta con Felipe y Llull a la cabeza para remontar el partido, pero no es suficiente y se pierde al final. Temporada au revoir.


Messina dice que han fallado los pequeños detalles. Y es cierto. Que no se cojan los rebotes, que se fallen tiros debajo del aro y bandejas, que no se metan los tiros libres, que te sangren a faltas, que haya jugadores que no miren aro. Todo eso te condena.


También hay cosas positivas a destacar: la explosión definitiva de Llull, la irrupción de Tomic, las perlas de Velickovic, el pundonor de Felipe, la maestría de Prigioni. Pero esto no ha sido suficiente.


Ahora toca reflexión. Florentino ha afirmado que el italiano seguirá y que se construirá un equipo de garantías: Sergio Rodríguez parece firmado (no creo que sea el tipo de base que necesita el equipo), se habla de Rudy, de Nocioni, de Siskauskas, de Spanoulis, de Kaun, de Suárez...


Habladurías que desvirtúan una temporada que ha quedado en blanco y de la que el italiano debe sacar conclusiones profundas. El Madrid es un equipo complicado con una afición que no pasa una, que vive más del sentimiento que de la objetividad. Así va.