martes, 14 de junio de 2011

Enfoque confundido



El domingo se decidió levantar de manera formal el campamento de los/as "indignados/as" de Sol, aunque quede algún que otro grupúsculo rebelde que ha decidido mantener su acampada. Los/as "indignados/as" han decidido expandirse, según afirman. Ha sido casi un mes de asentamiento en el que se ha puesto el punto de mira sobre los/as políticos/as y el sistema que nos gobierna, ese sistema que permite a las personas corruptas campar a sus anchas; ese que hace que la gente de la banca se siga enriqueciendo a costa del pobre y encima se le inyectan fondos públicos para que no se despeñe, un despeñamiento que han provocado ellos mismos con su juego de especulación.

Al analizar el enfoque dado a la protesta me salta una gran duda, un gran interrogante o un gran cabreo, como se quiera ver. ¿Es contra esta gente contra la que hay que protestar? ¿Es contra el sistema? O en realidad, ¿no se debería protestar contra las personas que votan y legitiman a los/as políticos/as y le dan el beneplácito para hacer lo que quieran? Aquí todo el mundo protesta contra la corrupción y luego en las urnas sacan más votos los/as presuntos/as corruptos/as. ¿Cómo se come eso? Me lo expliquen.

La gran protesta debería ir contra el ser humano que nunca ha hallado el Norte y encima se queja y culpa a los demás de que no lo halle. Estoy harto del discurso de la culpa siempre es del otro/a, de que yo soy un pobrecito que nada tengo que ver con lo que se cuece en las altas esferas. Un poquito de autocrítica, por favor.

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