viernes, 3 de junio de 2011

Decepcionante adiós

Se acabó la temporada. La nave blanca de baloncesto se hundió ayer en la costa bilbaína. Fue un hundimiento feo; de seguro, inexplicable para la tripulación merengue. ¿Y para la afición? Hay que reconocer que el cuarto choque de la serie nada tuvo que ver con el tercero; al menos, hubo partido hasta el final. Pero ¡lo que son las cosas!, aunque se dieron las circunstancias que pedía Molin al descanso (llegar igualados al final del partido para que la presión pudiera con el Bizkaia), el perro mordió la mano de su dueño -parcial de 12-2 a favor de los bilbaínos en los últimos dos minutos y medio-: ¡fue la presión la que pudo con los blancos y no al revés! ¿Cuántas van ya este año? Recordemos la Final Four. Ahora se hablará de la juventud de los jugadores y se pondrá como excusa su inexperiencia. ¡Ja!




Al analizar el partido, o la serie si se quiere, encontramos a un Bizkaia que ha hecho un trabajo excelente en defensa y en rebote, y que ha jugado sus limitadas bazas en ataque, donde ha aprovechado la extra motivación de sus hombres, en especial la de los ex madridistas Mumbrú, Hervelle y Fisher. Si comparamos hombre por hombre, Bizkaia es inferior en todos los puestos (a excepción de Banic, que ahora mismo supera a todos los cuatros blancos). Los vascos son una medianía, bien trabajada por Katsikaris, pero una medianía en la ACB al fin y al cabo. Con esto no les va a dar para aguantar al Barça dos cuartos. Pronóstico para la final: 3-0, con diferencias holgadas para los culés. El argumento que pueden presentar los vizcaínos es el de que el trabajo ya lo han hecho; no se les puede pedir más. Y es cierto. ¿Quién podría pensar que, con el equipo que tienen, llegarían a la final? Ni el batasuno más optimista.


Si echamos un vistazo al Madrid, que es donde hay chicha, se le queda a uno cara de tonto. Y lo peor es que no termina de sorprender. Por partes.


Molin ha fallado. Hay que reconocerle que ha muerto con su idea, con la inclusión de dos pivots y Tucker en cancha. Lo que habla muy mal de los que no estaban en ella, principalmente de Reyes y Suárez, que han hecho una serie para olvidar. Lo del de Aranjuez es llamativo porque, al igual que Mirotic, se ha diluído tras la marcha de Messina. No había nada más que verle la cara en esta serie. La comunicación no verbal no engaña. Pasa lo mismo con Reyes. ¿Qué se puede decir del año de Felipe? Lo que se le puede achacar a Molin es que ha desperdiciado el banquillo. ¿Tendrá sus razones? Begic, Velijkovic, Vidal, Mirotic -si apuramos-, no han entrado en la rotación; y los que lo han hecho no han mejorado nada, a excepción de Fischer. El Madrid no puede permitirse el lujo de jugar con seis tipos que aporten.


Los que realmente han fracasado son los jugadores. Herreros lo dijo el otro día en un programa de radio: que los jugadores no habían hecho su trabajo en el segundo y tercer partido. Y es cierto. Reyes ha sido patético, ¿su actitud es una pataleta de niño chico? Suárez, desconectado, lo que demuestra que su primera parte de la temporada fue estratosférica; la segunda, mala; su juego está en un término medio, no nos confundamos. Prigioni ha funcionado a ratos, pero sin la batuta de otras veces; ha bajado las prestaciones, ¿sabiendo que no continúa el año que viene?. Sergio, ¿qué decir?; sólo se salvó en el tercer partido, que fue el peor del equipo. Tucker, ¿dónde ha estado el americano este año? ¿es el que jugaba en la Penya? ¿al que vi meter 17 triples consecutivos en el calentamiento del primer partido?; pareció mejorar contra Fuenlabrada, pero fue un espejismo. Mirotic, verde, muy verde. Tomic, bien, entre comillas, en ataque, porque ha perdido bolas de colegial en fases clave; muy blando en defensa y rebote, ¿es Mavroiedis Shaquille O´Neal o me lo ha parecido a mí? Llull ha fallado en los momentos clave y ha demostrado ser una cabra loca, por mucho que haya tirado del carro a lo largo de los partidos. Fischer, limitado aunque básico en intimidación. De los otros tres, no tengo palabras para valorar su juego. Lo que de Velijkovic dice muy poco a su favor. De Begic, ¿qué se le puede achacar ayer si no ha jugado nada a lo largo del año? Que saliese con la caraja es lo menos que podía hacer. ¿Y Vidal? Sin palabras.


La pregunta a hacer es si no han querido ver al Barça en la final para no ser humillados.


Futuro. El proyecto a tres años de Messina se ha descompuesto de un plumazo. Lo que apuntaba bien tras la clasificación para la Final Four, ahora se ha caído como un castillo de naipes. Falta entrenador y renovar la plantilla, ¡otra vez! ¿Se desharán de Reyes, Prigioni, Sergio, Fischer, Begic y Vidal? Porque Velijkovic y Tucker ya están fuera desde hace tiempo.


Se presenta un verano calentito. Y lo peor de todo es que sin pasta, que es a lo que apunta la sección, no se puede hacer un proyecto competitivo. Si no, que se lo pregunten al Barça y a los griegos, que no escatiman en gastos. Los nombres que se barajan en los mentideros blaugranas dan miedo.

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