miércoles, 5 de octubre de 2011

Análisis de pretemporada

He de reconocer que sólo he visto tres partidos del Real Madrid de baloncesto esta pretemporada, pero me creo capaz de hacer una valoración al respecto y, por tanto, de lo que puede acontecer en esta temporada que está a punto de iniciarse.
El Madrid de Laso tiene cosas buenas y cosas que no lo son tanto. Cuando se dispongan ambas en una balanza, pienso que el peso cederá en favor de las negativas.
Lo más positivo de lo visto hasta ahora son varios aspectos: el principal, es que el equipo ha apostado por la continuidad de muchos jugadores que estaban descartados cuando finalizó la temporada anterior. Esto ha servido para que éstos hayan cambiado su actitud, rol, o como se quiera llamar. Velijkovic y Begic son dos jugadores distintos; Laso ya ha gritado a los cuatro vientos que el primero jugará en su posición natural de ala-pívot, y parece que el serbio ha cambiado su chip, está más activo y con decisión. Por su parte, el esloveno continúa con el buen papel que inició en el Europeo, aportando en ataque, defensa y rebote, lo que le ha valido jugar minutos y no parece que no será un calienta-banquillo. Los fichajes de Pocius y Carroll parecen haber encajado bien en el equipo, aunque el estadounidense ya ha dado una de cal y otra de arena. ¿Sabrá jugar sin tantos tiros? El lituano ha sido la gran revelación para muchos, pues resultaba un desconocido para la mayoría. Pero visto lo visto -también destacó en el Europeo-, Pocius puede ser un jugador importante en defensa y ataque. Luego está Rudy, que por culpa de una lesión todavía no ha terminado de cuajar en la rotación. De los que ya estaban, el cambio más importante ha sido la designación de Llull como "uno". Aquí es el principal punto donde flojea el equipo: los bases. Laso quiere correr y, a priori, Llull y Sergio son dos actores perfectos para desempeñar el papel. Pero, ¿qué pasará cuando no puedan hacerlo? ¿Qué sucederá en el ataque estático? Para muestra un botón: el partido de Supercopa contra el Barça. Los bases no supieron rematar un partido que tenían ganado a falta de tres minutos. ¿Será capaz el Madrid de pelear partidos a cara de perro con los mejores equipos de Europa, léase Barça, CSKA, Maccabi, Caja Laboral, Panathinaikos, Montepaschi, etc.? Contra Fuenlabrada y Estudiantes parece que le vale, pero y contra los demás cocos. Llull es un magnífico secundario, pero cuando tiene que tomar el mando se nubla (recordemos la Supercopa y los partidos clave del año pasado), y Sergio es lo que es, una medianía que destaca cuando los partidos están locos. Continuando con los veteranos, Tomic y Mirotic parecen haberse asentado, que quieren dar ese paso adelante, aunque el croata sigue blando y haciendo demasiadas faltas, sobre todo en ataque, y el montenegrino tiene lagunas. Por su parte, Felipe Reyes está claramente en declive. Su capacidad de lucha y rebote es innegable, pero todo lo que gana luego lo pierde por su falta de mano y sangre fría. Cada vez le veo cometer más "mumbradas" y hace cosas para las que no está hecho. Laso se equivocó haciéndole jugar los minutos clave contra el Barça. Luego está el alicaído Suárez, que parece que aún está digiriendo su no inclusión en la lista final del Europeo. Se le ve triste, sin chispa, y lleva con el punto de mira torcido desde que se fue Messina. El de Aranjuez ha demostrado ser un jugador intermitente, más parecido al que venía de Estudiantes y no a ese que deslumbró a principios del año pasado que parecía el mismísimo Larry Bird.


Pero en resumen, todo esto nos lleva a creer que Laso parece haber dado en principio con la tecla para con los jugadores. Se ve a la mayoría con ganas -no como con Messina- al igual que al propio míster, que parece querer aprovechar su oportunidad en un grande. ¿Se les bajarán cuando se lleven un primer correctivo? ¿Dispondrán todos de minutos, como parece que Laso plantea? Lo veremos de aquí en adelante.

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