lunes, 31 de octubre de 2011

Sigo escéptico

El equipo de Laso está recibiendo sonoras alabanzas desde los medios y los aficionados tras los últimos dos partidos, y creo que no es para tanto. Tras la derrota en Miribilla, el equipo no ha perdido. Sí, pero ¿contra quién ha jugado? Ha ganado en liga a Xacobeo en casa -menudo triunfo contra una cenicienta de la competición- y a Gran Canaria 2014 -que sí, que el CID es una cancha complicada generalmente por su atmósfera presionante, pero este año el Granca está abajo y es evidente que no es el de otras temporadas-; y luego en Euroliga ha vencido al Belgacom Spirou en Charleroi -aunque ganaron el año pasado a los blancos, los belgas estarían en ACB tratando de no descender- y al Emporio Armani Milán en casa. Aquí me quiero detener un instante. Los italianos han hecho un equipo a base de talonario para disfrute de su entrenador Scariolo, pero a mí me pareció un equipo desconjuntado, donde cada uno iba a lo suyo; dejaron escapar una renta de trece puntos ante un Madrid que funcionó a tirones, a base de carreras desesperadas. Perder un partido así no es propio de un equipo grande. Pienso que Milán va a ser un buen chasco a final de temporada. Uff, ya canso, siempre con mi negatividad.
Los medios destacan la casta que está mostrando el equipo merengue, pero a mí me sigue dando mala espina que a un equipo se le califique por la "casta" que derrocha, por mucha que ésta sea. Este deporte no sólo es testiculina, es mucho más. El ataque estático es una chapuza con los dos bases que hay. Llull parece que sigue anotando, pero lo hace en fases poco claras de los partidos. Y lo de Sergio es querer y no poder. Por una cosa que hace bien, tres las hace mal. Cuando llegue una escuadra dura que le impida correr, ¿podrán ver aro con continuidad? El equipo, lo dudo; pero sí quiero romper una lanza a favor de Rudy Fernández. El mallorquín tiene talento y capacidad para echarse el equipo a la espalda, y de momento lo ha hecho en los dos partidos que se suponían más complicados. Para eso se le ha fichado, ¿no? Luego está la incógnita Ibaka, de si se acoplará o no en el tiempo que esté. Lo que es incuestionable es que su poder de intimidación va a ayudar en momentos en los que los partidos se enfarraguen. El jueves, Maccabi en Tel Aviv, una piedra de toque para los de Laso. De momento me mantengo a la espera y con escepticismo, y eso sin tener en cuenta la salida de los dos NBA porque si lo hiciese me hundiría en el mayor de los pesimismos. Lo de echar las campanas al vuelo con el Real Madrid de baloncesto está demasiado manido y suele terminar defraudando. Ojalá me equivoque.

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