jueves, 24 de noviembre de 2011

Anécdota (triste cuanto menos)

Hoy en clase, uno de mis alumnos ha soltado tras una explicación en la que hablábamos en un batiburrillo de racismo, estereotipos, religión, política, historia:
"Fernando, ¿por qué nos enseñáis estas cosas?, dejadnos vivir en nuestra ignorancia."
Luego son las personas como ésta las que se quejan a voz en grito de que este país se hunde. Eso sí, jamás se preguntarán a qué es debido. ¿Qué competitividad van a poder demostrar a la hora de presentarse en un proceso de selección si sueltan perlas de este calibre?
Reconozco que me he venido tocado del curro. Te preguntas para qué te esfuerzas en intentar abrirles los ojos, cuando te percatas que no es que no pueden, sino que es que no quieren.

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