lunes, 4 de abril de 2011

ZP pasa el testigo

Era muy esperado por toda la concurrencia que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE diese noticias acerca de cuál iba a ser su futuro político no sólo en vista de las elecciones generales de 2012, sino también de las locales y autonómicas del próximo 22 de mayo. Al final ha declarado que no se presentará como cabeza de lista en las próximas elecciones generales, que su periplo de ocho años era el que era y que no va a cambiar su decisión originaria. Por tanto, la carrera sucesoria se iniciará en breve. Los socialistas han pedido a los posibles sustitutos que aparquen ésta hasta después de las municipales. Rubalcaba y Chacón son los mejores posicionados, aunque suenan también Bono y Barreda, incluso el presidente de Extremadura. Zapatero ha optado por la solución menos dañina para su partido; su desgaste a causa de la crisis económica es evidente y la intención de voto del PSOE está a un mundo de la del PP. ¿Qué significa esto? Que tiene claro que las elecciones están perdidas (el varapalo en mayo va a ser de órdago) aunque venda otro discurso optimista (¿cuántos van ya?), y ha considerado que, si hubiese continuado, el barco se hubiese hundido del todo. Con su decisión cree que éste puede, al menos, mantenerse a flote, capear el temporal durante un tiempo con un capitán distinto, que tenga la posibilidad de alentar a la tripulación y al pasaje en su intento de salvamento, y después reflotar cual la Perla Negra del fondo del océano. Que hubiese continuado al timón significaba Titanic con iceberg en el horizonte. ZP no creyó desde un primer momento que la crisis fuese tan importante y sobrevaloró su capacidad para gestionarla. Si desde un primer momento hubiese sido franco con todos, primero con sí mismo, otro gallo hubiese cantado. Creo que la gente admite y consiente la debilidad de uno, y más aún la sinceridad.


Se acaba el ciclo de Zapatero (¿también zapaterista?) con las sombras finales del mandato oscureciendo el país (economía, paro, Faisán, Sortu, Libia, límite 110, antitabaco, Sinde) y con las luces iniciales (salida de Iraq, bodas gays, dependencia, memoria histórica, alianza de civilizaciones, Obama) olvidadas por casi todos. ¿Le echaremos de menos? Creo que sí, en un futuro, aunque las encuestas dicen que es el presidente peor valorado de la Democracia.



Ahora la pelota está en el campo de Rajoy por mucho que Camps (otro que también…) alardee de que han vencido ya por “echar a ZP”. El chollo del discurso “la culpa es de Zapatero” ha finalizado; le toca proponer y eso está difícil cuando el Gobierno ha optado por tomar decisiones propias de la derecha. Ya no le queda de dónde tirar si quiere mantener un eje centrista, porque lo único que le queda sería puramente derechón, que no me extrañaría. Es poco alentador ser la alternativa al presidente cuando sigues siendo peor valorado que éste a pesar de lo que ha llovido. El PP, de todas maneras, ya se olía el pastel y lleva tiempo tirando con bala al posible sustituto Rubalcaba. Faisán es su noray perfecto para continuar con la estrategia del vilipendio. La derecha mediática lo sabe. Es carnaza de la buena. Y yo me pregunto, una vez en el poder ¿de qué van a hablar estos radicales descerebrados? ¿Seguirán haciendo noticia de cualquier cosa? ¿Y con el mismo discurso del insulto y la falta de ética? Esto me tiene intrigado aunque la bilis se me revuelva al pensarlo.

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