martes, 16 de octubre de 2012

Han pasado 10 años del Nunca Máis

Después de diez años, por fin, se inicia el juicio por el caso del Prestige. Juicio en el que sólo hay cuatro procesados: el capitán griego (hoy tiene 77 años), el jefe de máquinas, también griego, y el único cargo político acusado, el que fuera director general de la Marina Mercante José Luis López-Sors; el cuarto está en paradero desconocido, el primer oficial, filipino.
Han pasado 10 años desde que se produjo el mayor desastre ecológico en nuestro país.
Han pasado 10 años desde que se cometiese uno de los mayores engaños por parte de un Gobierno a la ciudadanía; no ha sido el único, luego vendría lo de Atocha, los Brotes Verdes de ZP, y el pucherazo de las últimas elecciones en la que se está haciendo todo lo contrario a lo que se prometió al electorado. Cascos mintió por sobrado, Rajoy mintió por inútil, Trillo minitió por chulo.
Han pasado 10 años desde que se realizase la peor gestión de una catástrofe ocurrida en nuestro país.
Han pasado 10 años desde que la solidaridad llevase a miles de voluntarios y voluntarias a tratar de salvar el litoral gallego y asturiano.
Como denuncian varias ONG's, ningún cargo político de la época, casi todos hoy con un buen puesto en el mundo de la política, pagará su culpa, ni siquiera se sentarán en el banquillo.
Por orden.
Francisco Álvarez-Cascos, ministro entonces de Fomento, se fue de caza los dos fines de semana en que el chapapote anegaba el litoral; no sólo se eximió de culpa, y eso que era de su competencia el destino del petrolero, sino que la Xunta (Manuel Fraga al frente) llegó a premiarle con la concesión de la Medalla de Oro de Galicia. Hoy es presidente de Foro para Asturias y ha sido presidente autonómico durante unos meses.
Mariano Rajoy era vicepresidente del Gobierno y Aznar le puso al frente de la gestión de la crisis cuando ya no se podía seguir negando más la avalancha de chapapote. Pasará a los anales de las hemerotecas por su famosa frase de "hilillos de plastilina que ascienden verticalmente" para reducir de categoría las filtraciones de fuel que llevaban advirtiendo las autoridades portugueses días antes. Es el actual presidente del Gorbierno. 
Federico Trillo era ministro de Defensa. Otro que tiene su hueco en las hemerotecas cuando, en una visita a Galicia, afirmó sin pudor que las playas estaban "esplendorosas". Tardó tres semanas en movilizar al Ejército para hacer frente a la marea negra mientras la gente de la costa y los voluntarios recogían el chapapote con las manos o con herramientas improvisadas. Incluso sugirió bombardear el petrolero mientras éste daba aún bandazos en el mar. Es el actual embajador en Londres.
Arsenio Fernández Mesa era consejero y mano derecha de Fraga y le convenció para que tratase de marcar distancias con el Gobierno. Hubo algún guiño, como crear una comisión de investigación en el Parlamento de Galicia, que finalmente se quedó en nada. A las pocas semanas, Fraga le echó del Gobierno instigado por la dirección nacional del PP. Falleció de una enfermedad en diciembre de 2007.
Paco Vázquez, alcalde socialista de A Coruña, que apoyó cuanto pudo a Aznar pues consiguió acordar con Cascos que el petrolero no recalase en el puerto coruñés, aunque allí hubiese estado más a resguardo. Obtuvo un premio por este apoyo: en un Consejo de Ministros celebrado en el ayuntamiento coruñés se aprobó su proyecto de construir un nuevo puerto exterior en la ciudad. ZP se lo quitó de en medio nombrándole embajador ante la Santa Sede. Cuando cesó en el puesto, maniobró para ser Defensor del Pueblo, sin lograr que el PSOE le diese su apoyo. Vive en A Coruña.

Han pasado 10 años del Nunca Máis, pero, visto lo visto, el Nunca está más cerca.

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