jueves, 8 de abril de 2010

Los españoles, Garzón, la ley y la vergüenza

Como yo habrá muchos y muchas coterráneos que piensen que nuestro país es esperpéntico (no quiero pensar en lo que opinaría Valle-Inclán si levantara la cabeza); pero si teníamos alguna duda de lo que opinaban los de fuera sobre nosotros/as, se lo estamos dando mascadito. Realmente lo que opinen los de fuera de nosotros, españolitos y españolitas, me da igual; pero sí me duele que lo de echar piedras sobre nuestro propio tejado no lo hayamos dejado atrás, y que sigamos demostrando ser unos retrógados, analfabetos y cainitas. Ahora entiendo lo que debieron sentir los afrancesados durante la invasión napoleónica, en la que un pueblo primitivo y manipulado por la Iglesia y la aristocracia se dejó la vida por expulsar a un invasor que traía consigo un paquete de reformas ilustradas en diferentes campos que iban a modernizar un país decrépito y anquilosado. A los/as españoles/as nos ha ido la marcha siempre.
Y ahora es el estamento judicial, un organismo que, en teoría, debe ser ejemplificante, el que se está cubriendo de gloria. Ha decidido ir a por el juez Garzón a degüello. Un tipo que decide restañar la herida de los crímenes cometidos durante la guerra y la dictadura es peligroso e incómodo, así que a por él. La extrema derecha, causante de los mismos y bien aposentada en el estamento, se sale con la suya. ¿Quién es este señor, revanchista en todo caso, para investigar lo que ya está enterrado y bien enterrado en cunetas y fosas comunes de cementerios? Nada, hombre, nada. Que no puede ser. Le demandamos por abuso de poder (¡Tiene huevos y poca vergüenza que sean Falange y Manos Limpias las organizaciones que encabecen la causa!) y le inhabilitamos de entre diez a veinte años y todo queda como estaba. Que nosotros queremos que las cosas sigan estando igual; que los rusos pidan perdón por las matanzas de Katyn nos da lo mismo, allá ellos. ¡¿Quiénes son estos rojos para ventear las cosas del pasado?! ¡¿Qué quieren?! ¿Enfrentar al país de nuevo? (Ah, no, que ése fue el discurso de antes de las elecciones, que el de ahora es el de que van a arruinar el país). Como nosotros ya tenemos a nuestros muertos enterrados y sabemos dónde ir a depositarles flores y coronas y, si nos place, rezarles una oración, lo demás nos la sopla. Si ellos no pueden hacerlo, que se jodan, que hubiesen ganado la guerra.
Es triste que un juez que ha sido aclamado internacionalmente por sus causas emprendidas contra Pinochet, Al Qaeda y los militares golpistas argentinos, en su propio país sea acusado, acosado y derribado por la propia Justicia española al tratar de cerrar heridas; porque yo creo eso, que la herida puede y debe cerrarse dignificando a las víctimas de uno y otro bando, aunque las de uno ya lleven bastante tiempo dignificadas (por ejemplo, no faltan iglesias en los pueblos con su losa de mármol recordando a "los caídos por España y por Dios" y el yugo y las flechas).
En todo caso resulta lamentable. Vergonzoso. ¿Venganza de la Derecha por lo de la trama Gürtel? Está claro que sí; aunque si no hubiese sido por este caso, tarde o temprano, la Derechona hubiese lanzado su garra contra él por otro asunto (recordad que un ministro de Justicia tuvo que dimitir no hace mucho por ir de caza con el mentado). Y que conste que Garzón no me cae precisamente simpático.
Como anexo, cuelgo aquí algunos enlaces a medios de comunicación internacionales para ver cómo éstos recogen la noticia. Lo de colgar lo que dicen los medios afines a la carca me parece de mal gusto y tener muchas tragaderas:

Tengo que reconocer que en estos momentos me da vergüenza ser de donde soy.

3 comentarios:

  1. Os recomiendo a lo slectores ya este blogero este artículo muy interesante del país que creo resume bastante bien la carrera judicial del Sr. Garzón.
    http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Van/elpepusocdmg/20090301elpdmgrep_1/Tes#

    Carla

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  2. Ojo, que lo llamativo es que el artículo oráculo es de marzo de 2009.

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  3. La culpa la tenemos nosotros por haber permitido la creación de un órgano corporativista para juzgar a los miembros de la propia corporación, y sobre todo, de no haber tenido claridad de ideas para organizar el sistema de nombramiento de los miembros de semejante tribunal. Pero eso nos pasa por ser un país que,como tu dices, se alía con sus verdugos para echar a los que vienen a liberarlo, y somos así de sumisos y no se nos ocurre tirarnos a la calle a impedir las cosas nada mas que cuando son extremas y hasta los partidos políticos mas progresistas ceden, a veces, mas de la cuenta. Y luego vienen las consecuencias.

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