El agujero de Bankia

Llevo tiempo sin escribir de nada. No tengo ganas. Leo y veo las noticias y se me quitan. El último colmo, que lleva varias semanas coleando, es lo de Bankia. Una sima a la que hay que inyectar 19.000 millones de dinero público por su nefasta gestión. Su gestor se marcha con dos millones y pico de euros en el bolsillo y no pagará nada de nada, ni siquiera una sanción, y mientras los de su partido (el Gobierno) respaldan su gestión y achacan el problema al gobernador del Banco de España (que también tiene lo suyo) y al anterior ejecutivo, que es su fórmula preferida para capear el temporal y eximirse de culpa. El sucesor de Rato dice que no está en el cargo para depurar responsabilidades. Y digo yo, ¿cuándo nosotros la cagamos en nuestro trabajo, nos indemnizan con una pasta gansa o nos dan una patada en el culo que nos mandan para Tombuctú? A Rato en vez de patada, puente de plata.

Pues así está el patio. Este Gobierno embustero y gangsteril (tomo las palabras de Arguiñano) recortando de Sanidad, Educación, I+D, políticas de igualdad y empleo, vamos, de todo menos en toros e Iglesia, y va ahora y le entrega 19.000 millones de euros a un banco privado. Echando cuentas, nos toca a cada españolito/a apoquinar 500 euros. Mi hipoteca está en Bankia, ¿nos condonarán 1.000 euros de la misma?

Y la prima sube, hoy hasta los 510 puntos, y no pasa nada. Que se lo digan a la caverna mediática, que lo importante para ellos es lo de la pitada del himno durante la final de Copa y el desagravio a Esperanza, o el juicio a Javier Krahe por un vídeo de 1978, en el que se ataca a esta Iglesia medieval que hay en España. Si estuviese ZP en el gobierno, pedirían salir a la calle en revuelta popular guerracivilista. No soy exagerado, la hemeroteca está ahí para revisar antiguos titulares y columnas.

Y ésta es otra, ¿dónde está el PSOE? ¿e IU? Calladitos mientras estos sinvergüenzas, que se hacen legitimar por el resultado de las urnas, se cargan este país y van a hacer bueno al calamitoso de ZP.

Normal que se me quiten las ganas de escribir.