Con septiembre han llegado a la televisión pública estatal los nuevos aires de cambio, mejor dicho, el tufo de la vuelta al pasado, que tanto auguraban los escépticos con la victoria del PP en las elecciones. La derecha rancia ha ido poco a poco, desde que ganara los comicios, restando democratización e imparcialidad al ente. Primero fue la disposición de elegir al nuevo director del organismo sin el consenso de partidos que existía hasta ese momento y que impulsó el gobierno ZP (algo hizo bien el chico); el PP no tardó en cambiar la ley a su antojo para poder ser elegido en el Congreso el nuevo director; así se imponía su mayoría de escaños. Segundo, expulsión de Fran Llorente (el tipo que más premios internacionales ha recogido por el tratamiento que hizo TVE a la información) e implantación del nuevo director de informativos (Julio Somoano, anteriormente el inefable director de informativos de Telemadrid y conocido por su tesis doctoral escrita sobre cómo debería ganar unas elecciones el PP y la no escrita de cómo hacerle la rosca a Espe y que todo el mundo lo note y no se te caiga la cara de vergüenza), a las claras muy imparcial como uno puede entender. Tras esto llegó la consiguiente eliminación de las caras que podrían resultar incómodas para la nueva orientación en TVE y RNE (Ana Pastor, Juan Ramón Lucas, Toni Garrido) y renuncia voluntaria de otras intuyendo el panorama (Pepa Bueno).
Y esto fue antes del verano. Los juegos olímpicos dieron una tregua, pero septiembre tenía que llegar tarde o temprano. Los tertulianos en Los desayunos... han cambiado, qué casualidad que queden fuera tres destacados contertulios de izquierdas y una sustituta sea la esposa del ministro Wert. Luego en la lectura de las portadas de otros medios se ha incluido Libertad Digital, que ya puestos podrían haberlo hecho con el Ahora o el Mundo Obrero.
Y también está la inclusión de personajes de relumbrón que aumentarán la calidad la televisión pública: Carmen Lomana, Bertín Osborne, el inefable Ramón García, que me pregunto yo ¿seguirá con su vaquilla de Gran Prix? Menos mal que aún no han pensado en Carmen Sevilla o Marujita Díaz, y que Joaquín Prat ya falleció. Caspa, caspa, caspa.
Y también está la inclusión de personajes de relumbrón que aumentarán la calidad la televisión pública: Carmen Lomana, Bertín Osborne, el inefable Ramón García, que me pregunto yo ¿seguirá con su vaquilla de Gran Prix? Menos mal que aún no han pensado en Carmen Sevilla o Marujita Díaz, y que Joaquín Prat ya falleció. Caspa, caspa, caspa.
Pero lo más sangrante es lo que está sucediendo en los informativos. La primera piedra de toque de por dónde iban a ir los tiros de esta nueva dirección fue la manifestación independentista de la Diada (millón y medio de personas se echaron a la calle en Barcelona reclamando la independencia). ¡El Telediario lo sacó como sexta noticia! Incluso los medios extranjeros abrieron con ello. Pero para esta actual TVE (Gobierno ppero) no era tan importante.
Y hoy ha sido el colmo que ha provocado que me siente al teclado a publicar mi indignación. ¡El Telediario del mediodía ni siquiera ha sacado en titulares la manifestación multitudinaria que colapsó ayer Madrid! Por orden, la Copa Davis, la disculpa de Otegui, el Día de la Rosa en Cataluña, la visita de Benedicto a Líbano, los disturbios causados por el conflicto entre China y Japón por unas islas, la jornada liguera (la derrota del Madrid y la rueda de prensa de Mou es lo que más tiempo ha llevado), incluso una pareja de equilibristas chinos jugándose la vida en un cable tendido a tropecientos metros de altura. ¡Es que lo hacían sin red y por eso es más importante! Acojonante, eh, el tratamiento de la información que hace esta gentuza.
Lo que me queda por preguntar es ¿para cuándo veremos a Rajoy inaugurando presas y pantanos o de caza o de pesca?
No lo podría haber explicado mejor.
ResponderEliminarGrande Fer.