Ayer, la selección española de baloncesto volvió a perder un partido amistoso. No lo hacía desde el 10 de septiembre de 2005, cuando cayó ante Grecia. Ayer perdió con Lituania de paliza. El asunto no tendría por qué ser alarmante, pues un toque de atención así antes del Europeo puede resultar positivo para que el equipo no vaya tan “sobrado” a la cita oficial; pero me ha generado dudas.
El partido se ha celebrado en territorio hostil (algo que no se hacía desde hace muchos años en una preparación), contra un equipo hipermotivado, donde los árbitros no han estado por la labor; además Pau y Rudy no jugaron. Con todo ello, lo preocupante es que España no ha estado a la altura. Los lituanos les han superado en todo, especialmente en tiros anotados de tres puntos (12 a 1 a falta de un par de minutos para acabar –me negué a ver el final).
Se puede tener un mal día (y como he comentado, mejor que sea ahora y no después), pero lo preocupante es que la selección no parece imbatible y carece de un director de orquesta consistente. Ricky demostró ayer que es un excelente defensor pero que no es un prodigio dirigiendo al equipo ni controlando los tempos de partido (¡tiene 18 años!); pierde multitud de balones aunque dé asistencias increíbles, y acelera el juego en demasía. Raül, durante el tiempo que estuvo en cancha, sigue con su pájara mental sin apenas defender. Cabezas no ha jugado, pero no parece llegar en su mejor momento. Me temo que añoraremos a Calderón.
Lo que percibo es que Navarro y Pau deben estar a tope para salvar esto (el escolta ha sido el mejor en la preparación junto con Marc), pues el banquillo está visto que flojea, algo que no sucedía otros años. Claver es el tres titular, pero es tan irregular como en la ACB; Mumbrú, qué decir (ayer de nuevo hizo una “mumbrada” agrediendo a un contrario); Felipe parece no sentirse importante y eso se refleja en su juego; Llull está para correr, no hay que pedirle más; los bases ya lo he comentado; Rudy está flojo, con la cabeza pensando en la NBA (encima se perderá seguramente la primera fase); lo positivo es que Garbajosa mejora poco a poco pero no es el hombre que tiene que resolver.
Por lo tanto, las actuaciones de Navarro y los hermanos Gasol (con la incógnita del “tocado” Pau) serán el baremo que marquen el éxito o el fracaso de este equipo. Dudas, hailas.
El partido se ha celebrado en territorio hostil (algo que no se hacía desde hace muchos años en una preparación), contra un equipo hipermotivado, donde los árbitros no han estado por la labor; además Pau y Rudy no jugaron. Con todo ello, lo preocupante es que España no ha estado a la altura. Los lituanos les han superado en todo, especialmente en tiros anotados de tres puntos (12 a 1 a falta de un par de minutos para acabar –me negué a ver el final).
Se puede tener un mal día (y como he comentado, mejor que sea ahora y no después), pero lo preocupante es que la selección no parece imbatible y carece de un director de orquesta consistente. Ricky demostró ayer que es un excelente defensor pero que no es un prodigio dirigiendo al equipo ni controlando los tempos de partido (¡tiene 18 años!); pierde multitud de balones aunque dé asistencias increíbles, y acelera el juego en demasía. Raül, durante el tiempo que estuvo en cancha, sigue con su pájara mental sin apenas defender. Cabezas no ha jugado, pero no parece llegar en su mejor momento. Me temo que añoraremos a Calderón.
Lo que percibo es que Navarro y Pau deben estar a tope para salvar esto (el escolta ha sido el mejor en la preparación junto con Marc), pues el banquillo está visto que flojea, algo que no sucedía otros años. Claver es el tres titular, pero es tan irregular como en la ACB; Mumbrú, qué decir (ayer de nuevo hizo una “mumbrada” agrediendo a un contrario); Felipe parece no sentirse importante y eso se refleja en su juego; Llull está para correr, no hay que pedirle más; los bases ya lo he comentado; Rudy está flojo, con la cabeza pensando en la NBA (encima se perderá seguramente la primera fase); lo positivo es que Garbajosa mejora poco a poco pero no es el hombre que tiene que resolver.
Por lo tanto, las actuaciones de Navarro y los hermanos Gasol (con la incógnita del “tocado” Pau) serán el baremo que marquen el éxito o el fracaso de este equipo. Dudas, hailas.
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