Por fin. Y para que se nos abran las carnes, los presupuestos de 2012 han visto la luz. Habrá que atarse los machos, pues los primeros números dan miedo.
- El Gobierno reduce el gasto corriente en los ministerios en 13.406 millones, un 16,9%.
- Los gastos de personal crecen un 0,7%, hasta los 33.151 millones, pese a que el sueldo de los funcionarios permanece congelado. El aumento se debe al crecimiento del coste de las clases pasivas.
- A pesar de los recortes, el gasto corriente del Estado crece un 2,5%, por el aumento de las transferencias corrientes a las Comunidades Autónomas, al Servicio Público de Empleo Estatal y la Seguridad Social y al Fondo Europeo de Estabilidad.
- El gasto en pensiones crece un 3,2%, hasta los 115.825 millones. Supone la partida más importante de los Presupuestos y se lleva el 37,1% de los recursos.
- Los gastos de protección social caen un 3,9%. Con recortes en Fomento de Empleo, Sanidad, Educación y Cultura.
- Y a la Iglesia, tocarle le han tocado poco. Como siempre. No olvidemos que Zapatero fue su mejor aval económico.
- Y a la Iglesia, tocarle le han tocado poco. Como siempre. No olvidemos que Zapatero fue su mejor aval económico.
¿Y así pretenden remontar la confianza? Me imagino que será la de Merkel, para que a la alemana no le entre el canguelo por si tiene que poner más dinero para ayudar a un país de la UE. Está visto que lo de la solidaridad con ella no va mucho.
En Europa se frotan las manos. Qué bueno es Rajoy, y qué rápido hace lo que le pedimos, el que nunca se iba a plegar a las exigencias extranjeras e iba a dignificar ¡España! y convertir el país en un nuevo imperio donde nunca se pusiera el sol. Así tendrá un huequecito en la Historia junto a los reyes godos y los Austria, como pretendía hacer su mentor Aznar con su cruzada pintona del Trío de las Azores.
Los salvapatrias se van a cargar ésta, aunque siempre tienen la excusa que fueron los "otros". Palabras y actos que me recuerdan cada vez más a los de hace 75 años. Qué pena de país. Caduco, rancio y mirándose siempre el ombligo.
Los salvapatrias se van a cargar ésta, aunque siempre tienen la excusa que fueron los "otros". Palabras y actos que me recuerdan cada vez más a los de hace 75 años. Qué pena de país. Caduco, rancio y mirándose siempre el ombligo.
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