Anteayer, el gran Mariano anunció lo que dijo que nunca iba a hacer. Mintió en su momento, pues ya sabía en 2010, cuando ZP empezó con su política de recortes (recortes y no ajustes) y se cavó su propia tumba, que en el momento que llegase a la Moncloa a él le tocaría hacer lo mismo. Que el nunca cedería soberanía Europa, que él se mantendría firme. ¡Ja, ja! Mariano se ha bajado los pantalones, no hasta las rodillas como ZP, sino hasta los tobillos y encima a puesto el culo en pompa.
Lo peor de todo es la actitud de la derecha. Hipócritas y falaces lo han sido desde siempre, aunque creo que en épocas de crisis lo acentúan más. Habría que ponerles vídeos y remitirles a las hemerotecas todos los días para recordarles quiénes son y cómo se comportan. Tenemos una derecha propia del siglo XIX, de corte caciquil. Para qué mencionar los ejemplos de Fabra, Espe, Barberá, que se retratan a sí mismos. A éstos hay que añadir a la hija (de p...) del mentado, que, con su exabrupto del lunes respecto a las personas sin empleo, se ha ganado un lugar en los corazoncitos de cinco millones de personas. Yo la retaría a que se presentase en una cola de una oficina de empleo y soltase su frasecita sin tapujos, a ver si es tan valiente como lo es tras un sillón de dipatada. Y que cobre una salvajada por eso...
El ejemplo más bochornoso y macarrónico de que en España existe una derecha del pasado fue el de los acérrimos aplausos, cual Nobel, a Mariano tras anunciar el mayor tijeretazo de la historia de este país. Comparen su actitud con lo ocurrido en Italia hace unos meses. En poco más de seis meses, este Gobierno se ha cargado treinta años de sociedad del bienestar. Y parafrasearé a esta gentuza: "Esto con Franco no pasaba".
Todo evoluciona menos la derecha de este país, cada vez más anclada en el pasado, en los postulados de la Iglesia más radical, en el odio y en la mentira. Eso sí, una cosa que tampoco evoluciona son sus votantes, que no les fallan jamás.
¿Orgullo de ser español/a? A veces me lo planteo seriamente.
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